sábado, 3 de septiembre de 2016

SANIDAD DETECTA GARRAPATAS CON VIRUS CRIMEA CONGO EN ESPAÑA.

Un estudio del Ministerio de Sanidad y cuatro comunidades autónomas (Extremadura, Madrid, Castilla La Mancha y Castilla y León) ha detectado la presencia de garrapatas Hyalomma Lusitanicum, infectadas con el virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en animales silvestres. Estas garrapatas, no tienen nada que ver con las que encontramos en nuestros perros, que son otra especie que están involucradas en otros patógenos

La enfermedad de Crimea Congo es transmitida por garrapatas infectadas por un virus que no es endémico de España, y podría haber llegado a través de aves migratorias, por lo que se ha tratado de un caso excepcional. Es preciso tener en cuenta, que en general, picadura de garrapata, no es sinónimo de infección, de hecho, se estima que tan solo entre un 5 y 10% de las garrapatas capaces de producir la enfermedad de Lyme o la fiebre botonosa, que son las enfermedades transmitidas por garrapatas más frecuentes en nuestro medio, estarían infectadas y que a pesar de estarlo, sería necesario que la garrapata estuviera adherida a nuestro cuerpo durante un tiempo determinado, para transmitir la infección. Por tanto, la probabilidad de adquisición de la infección se considera muy baja en general. 
Con este artículo, lo que pretendo es un acercamiento del lector al conocimiento del mundo de las garrapatas y al modo de actuación frente a ellas, en caso de picadura.

Las garrapatas se encuentran dentro del grupo de los artrópodos, y son unos parásitos hematófagos que producen enfermedad por distintos mecanismos:

·      Picadura. La picadura de la garrapata produce un traumatismo local muy pruriginoso. Esta picadura se sobreinfecta muy fácilmente con el rascado.
·      Reacción de hipersensibilidad. Por otro lado, hay personas en las que se produce una reacción de hipersensibilidad al entrar en contacto con las sustancias inoculadas por la garrapata. 

·     Transmisión de germen/es. También existe la posibilidad de que la garrapata transmita uno o varios gérmenes cuando produce la picadura.
·     Parálisis. Algunas garrapatas también transmiten neurotoxinas que producen     parálisis en el sujeto, requiriéndose el diagnóstico diferencial con la Enfermedad   de Lyme. 


Las picaduras de garrapata están presentes sobre todo en verano, aunque casi siempre pasan desapercibidas, puesto que se confunden fácilmente con otras picaduras. Los pacientes realmente le dan importancia al problema cuando tienen sensación de enfermedad, generalmente cuando padecen fiebre.
Es importante tener presente la zona en la que estamos, la época del año, etc, para poder tener una idea sobre qué germen ha podido ser transmitido por la garrapata. Por lo general, las garrapatas necesitan un tiempo templado, más bien caluroso, para que se reproduzcan extensamente y que por tanto la probabilidad de producir una picadura con infección sea mayor.

Medidas preventivas 

La mejor forma de tratar una picadura de garrapata es mediante la prevención: 
  • Usar ropas claras, ya que permiten la identificación del artrópodo antes de que se  ancle en la piel.

  • Exponer la menor superficie de piel posible, especialmente en las piernas  (pantalones dentro de los calcetines y uso de botas, camisa dentro de los pantalones, gorras) 

  • Uso de repelentes: dietilmetatoluamida (DEET) y permetrina. 

  • Desparasitación de animales de compañía. Sobre todo en verano, haciendo especial hincapié 
en la inspección de las patas y el lomo. 

  •  Inspección cuidadosa después de cada salida al campo: ropa, piel y cuero cabelludo. 


Cómo retirar la garrapata

     a) Método de elección 

La extracción debe realizarse con pinzas finas de borde liso, sin dientes. De esta forma se evita que la garrapata sea destruida en el proceso de extracción. La explosión de la garrapata provocaría una inoculación de una enorme cantidad de gérmenes, en caso de que ésta estuviera infectada. Por tanto, se debe procurar no explotar la garrapata, pues esto traería graves consecuencias. 

1.  Introducir la pinza entre la cabeza de la garrapata y la piel del sujeto. 

2. Hacer tracción hacia arriba de forma constante pero firme, de modo perpendicular a la piel 
hasta lograr que la garrapata se desprenda. 

3.  Aplicar desinfectante (betadine o clorhexidina). 


Pasos 1 y 2 del método de extracción 
Pasos 3 y 4 del método de extracción

      b) Qué no hacer 
  • No coger las garrapatas sin guantes. 

  • No aplastar ni punzar el cuerpo de la garrapata. 

  • No aplicar sustancias como alcohol, gasolina, aceite, vaselina o lidocaína. 

  • No aplicar calor con un cigarrillo o aguja caliente. 

  • No girar o retorcer el cuerpo de la garrapata durante su extracción. 


¿Antibioterapia empírica en caso de picadura?

Ésta no es una pregunta fácil de responder. En nuestro entorno en principio no está indicada la antibioterapia, simplemente se debe informar al paciente de que existe una probabilidad intermedia de transmisión de una enfermedad infecciosa (en nuestro medio es más probable la fiebre botonosa). Si el paciente comienza a padecer síntomas deberá acudir al médico. 
No obstante, aunque la antibioterapia empírica no esté indicada en nuestro medio, se puede emplear en las siguientes situaciones: 

·      Picadura en época de verano. 

·      Garrapata manipulada. 
   
·      Garrapata muy repleta. 

·      Alto grado de ansiedad. 

·      Si no se puede garantizar el seguimiento del paciente. 

·   Si la Doxiciclina no está contraindicada (en menores de 8 años de edad y en mujeres embarazadas o durante la lactancia si está contraindicada).

El tratamiento empírico de elección es una dosis única de Doxiciclina de 200 mg.  Este tratamiento es válido desde el momento en que se produce la picadura hasta 72 h después.

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