domingo, 25 de septiembre de 2016

CÉLULAS OLFATIVAS EN EL TRATAMIENTO DE LA LESIÓN DE MÉDULA ESPINAL


El sentido del olfato a pesar de contar con un mínimo de unas 100 sensaciones olfatorias primarias, en acusado contraste con las tres sensaciones primarias de color detectadas por los ojos y las cuatro o cinco de gusto percibidas por la lengua, sigue siendo el menos conocido de nuestros sentidos. Esto se debe a que constituye un fenómeno subjetivo que no puede estudiarse con facilidad en animales inferiores y a que en humanos está poco desarrollado en comparación con otras especies.1



Los Sentidos: el Olfato. (1618) Pedro Pablo Rubens y Jan Brueghel el Viejo

En 1985, tras el sorprendente descubrimiento de la capacidad neurorregenerativa de las fibras nerviosas olfativas, Raisman descubrió un tipo de célula glial, las llamadas células envolventes del bulbo olfatorio (OECs) que contribuían significativamente a la capacidad de regeneración y crecimiento de estas fibras2. Las OECs rodean las fibras amielínicas olfatorias desde su origen en la mucosa nasal ,hasta la unión sináptica con las fibras del bulbo olfatorio en la fosa craneal anterior.




Las investigaciones in vitro han demostrado que las OECs juegan un papel importante en la guía de las fibras nerviosas olfativas a sus células dianas dentro del bulbo olfatorio, mediante la secreción de factores neurotróficos como son el factor de crecimiento nervioso (NGF), el factor neurotrófico derivado del cerebro, y el GDNF 3. En 2003, Lipson 4 observó un notable crecimiento de las prolongaciones neuronales de células ganglionares periféricas cuando estas se cultivaron con OECs. Los estudios con PCR en Transcripción Inversa demostraron que las OECs cultivadas expresaban mRNA para varios tipos de factores neurotróficos, que, cuando eran secretados por las OECs en el medio de crecimiento, estimulaban el crecimiento de dendritas en las neuronas diana. 4Aunque se concluyó que la secreción de factores neurotróficos por las OECs jugaba un papel importante en el crecimiento neuronal, se descubrió que las interacciones célula-célula eran imprescindibles para que tal crecimiento se produjera. En otras palabras, las OECs, y no sólo el factor secretado, deben estar presentes con el fin de estimular el crecimiento de las neuronas. 4


Aunque el potencial de la terapia de trasplante de OECs es notable, los estudios han mostrado resultados mixtos en términos de eficacia en pacientes lesionados de la médula espinal. Se ha sugerido que la pureza del injerto, y la subpoblación de la que se derivan las células puede determinar el resultado del tratamiento. Por ejemplo, los estudios han reportado mayor beneficio funcional en OECs extraída del bulbo olfatorio en comparación con los que se extraen de la mucosa olfativa.


En 2013, Raisman 5 llevó a cabo un ensayo clínico para estudiar la viabilidad de los trasplantes de OECs de mucosa en seis pacientes con resección espinal completa. Las OECs se extrajeron de biopsias de la mucosa olfativa y se insertaron en la región cortada de la propia médula espinal de los pacientes. Un año después de la cirugía, todos los pacientes con trasplantes mostraron una mejoría en la función motora y sensorial, así como la reconstitución de algunos tractos de sustancia blanca en el sitio de la lesión. Por otra parte, no se observó ningún deterioro, crecimiento de tumor, infección o dolor neuropático.Ese mismo año, una revisión sistemática de 10 ensayos clínicos en el sujeto no evidenciaron efectos secundarios significativos relacionados con el deterioro sensorial o motor, infecciones, meningitis aséptica, o la muerte, a menos de 3 horas tras la cirugía, y la tasa de eventos adversos fue baja en general. 6


A pesar de la repercusión mediática de estos casos y el aparente éxito de la terapia con OECs, la calidad metodológica limitada de algunos de los estudios, el bajo número de participantes reclutados, la escasez de estudios controlados aleatorios, los cortos períodos de tiempo de seguimiento, y la escasez de datos sobre los diferentes tipos de lesión medular, parecen disminuir la credibilidad de la investigación y  hacen que sea difícil obtener conclusiones seguras sobre la eficacia de este tipo de terapia en pacientes con lesión medular. La investigación clínica en el tema sigue siendo un terreno relativamente sin cultivar y hay una necesidad de más estudios de investigación y ensayos controlados rigurosamente para evaluar los beneficios y riesgos del tratamiento en pacientes con lesión medular. 

FUENTES

1.Guyton, C.G. and HALL, J.E. Tratado de fisiología Médica. 12ª Edición.
2.Specialized neuroglial arrangement may explain the capacity of vomeronasal axons to reinnervate central neurons.Raisman G .Neuroscience. 1985 Jan; 14(1):237-54.
3.Cultured olfactory ensheathing cells express nerve growth factor, brain-derived neurotrophic factor, glia cell line-derived neurotrophic factor and their receptors. Woodhall E, West AK, Chuah MI. Brain Res Mol Brain Res. 2001 Mar 31; 88(1-2):203-13.
4.Neurotrophic properties of olfactory ensheathing glia. Lipson AC, Widenfalk J, Lindqvist E, Ebendal T, Olson L. Exp Neurol. 2003 Apr; 180(2):167-71.
5.Transplantation of autologous olfactory ensheathing cells in complete human spinal cord injury.
Tabakow P, Jarmundowicz W, Czapiga B, Fortuna W, Miedzybrodzki R, Czyz M, Huber J, Szarek D, Okurowski S, Szewczyk P, Gorski A, Raisman G. Cell Transplant. 2013 Apr 2.
6.Effects of transplantation of olfactory ensheathing cells in chronic spinal cord injury: A systematic review and meta-analysis - Springer.

jueves, 22 de septiembre de 2016

¿FUNCIONA REALMENTE LA PROLOTERAPIA?

La proloterapia con dextrosa es una técnica novedosa que se está utilizando para el tratamiento de dolores articulares, ligamentos, tendones, así como lumbalgias, artritis y artrosis, y está dando mucho que hablar en los últimos años. Su principal crítica ha sido que a pesar de los supuestos resultados beneficiosos que ha mostrado en algunos pacientes, carece de una rigurosa evidencia científica y de una base suficiente de pruebas concluyentes para su sustentación. Pero, ¿qué es realmente la proloterapia? ,¿con qué evidencia científica contamos actualmente?, ¿podremos utilizar esta técnica en nuestra práctica clínica habitual?




La proloterapia consiste en inyectar dextrosa en un tendón o ligamento lesionado para provocar un proceso de inflamación local debido a la irritación y estimular así el mecanismo de  reparación natural del cuerpo. En este proceso se produce la liberación de citoquinas al torrente sanguíneo, entre las que se encuentran la TGF y la VEGF que darán lugar a la llegada de  células  madres o mesenquimales a la estructura lesionada, vehiculizadas a través de la sangre, todo esto gracias al estímulo inflamatorio. Con la llegada de estas células tiene lugar la proliferación celular, lo que se traduce en una amplificación celular, para aumentar el número de células indiferenciadas, lo que permitirá regenerar la estructura lesionada. Todo este proceso de regeneración aunque se conoce con certeza gracias a las patologías inflamatorias, no se ha podido verificar su existencia en el caso de la proloterapia, aunque si los beneficios derivados de esta regeneración como son la disminución del dolor, la mejora de la estabilidad o del rango articular.

El concepto de provocar una irritación o lesión para estimular la regeneración data de la época romana, donde las agujas calientes se introducían en los hombros de los gladiadores heridos. La proloterapia comenzó a usarse en la década de 1930 y fue utilizada originalmente en el tratamiento de la laxitud ligamentosa. En la década de 1950, el Dr. George S. Hackett, un cirujano general en los Estados Unidos, comenzó a realizar inyecciones de soluciones irritantes en un esfuerzo para reparar las articulaciones y las hernias. Esta práctica es lo que más tarde se convertiría en la proloterapia moderna que conocemos hoy en día.

La proloterapia se puede usar en cualquier grupo etario. Es conveniente no utilizarla en embarazadas a la espera de estudios de investigación que avalen su seguridad y está totalmente contraindicada en pacientes que tengan infecciones agudas en el sitio de inyección,tales como celulitis, abscesos, o artritis séptica y relativamente contraindicada en pacientes con crisis gotosa aguda y fractura cerca del sitio de punción. Existen numerosas patologías que pueden ser tratadas con proloterapia dentro de las cuales se incluyen:

  •      Tendinosis de Aquiles
  •       Bursitis Trocantérica
  •      “Codo del Tenista” Epicondilitis lateral
  •       Tendinosis del Manguito Rotador
  •       “Codo del Golfista” Epicondilitis medial
  •       Esguinces Crónicos de Tobillo y Rodilla
  •       Tendinosis de Tendón del Supraespinoso
  •       Rupturas parciales de Ligamentos
  •      Tendinosis Rotuliana/ Tendinosis Cuadricipital
  •       Pubalgias (Tendinosis aductores/abdominales)
  •      Artrosis
  •       Cefaleas (Dolor de Cabeza) de origen músculo-tendino-ligamentario
  •       Disfunción Sacroilíaca
  •        Fascitis Plantar
  •       Lumbalgias, Cervicalgias y Dorsalgias que ocurren por inestabilidad ligamentaria.


La mayoría de estas patologías cuentan con estudios científicos en los que se ha utilizado la proloterapia con dextrosa como tratamiento, arrojando mayor evidencia y mejores resultados en algunas patologías, en los que está sustituyendo a otros tratamientos convencionales como son los corticoides, que en otras en las que aun dista bastante una evidencia científica rigurosa. Puede ser que por esta razón se considere a menudo sólo después de que un tratamiento conservador haya fallado.

Vale la pena aclarar que la proloterapia no es el único tratamiento que existe para las patologías nombradas anteriormente y los distintos tratamientos existentes deben ser discutidos entre el médico y el paciente. Además es importante destacar que incluso para aquellas condiciones para las cuales las pruebas de eficacia son inequívocas, la proloterapia constituye sólo una parte dentro de un plan de tratamiento integral llevado a cabo por los profesionales de la salud y que engloba la evaluación funcional del paciente, la corrección de cualquier debilidad, falta de flexibilidad, y/o errores de entrenamiento así como de otras condiciones como el sobrepeso o los malos hábitos posturales.
Tenga en cuenta que el procedimiento sólo debe ser realizado por un médico con experiencia en la técnica, y que la guía con ecografía debe utilizarse para garantizar la entrega anatómica precisa.
Los riesgos más comunes son el dolor de la aguja inducido por el trauma, la hemorragia leve y los hematomas. La sensación de plenitud, la rigidez y el entumecimiento en el lugar de la inyección, han sido descritos como benignos y típicamente autolimitados. Si después del procedimiento el entumecimiento continúa, el paciente debe hacer un seguimiento de 48 a 72 horas para descartar un posible daño nervioso.

Los antiinflamatorios no esteroideos no deben ser utilizados para tratar el dolor después del procedimiento, ya que pueden interferir con la respuesta inflamatoria local necesaria para la curación. Las actividades regulares se pueden reanudar inmediatamente después de la inyección en una articulación grande, como la rodilla, o después de que recupere completamente la sensibilidad y propiocepción si se utilizó un anestésico en combinación con la dextrosa hipertónica. Dentro de estas actividades, se recomienda continuar con el tratamiento rehabilitador y con unos hábitos alimentarios y actividades físicas que contribuyan a la promoción de la salud.

sábado, 10 de septiembre de 2016

NOS QUEDAMOS SIN ANTIBIÓTICOS.

La resistencia antibiótica es la capacidad de un microorganismo para resistir los efectos de un antibiótico. La sobreutilización o uso incorrecto de los antibióticos, es uno de los  factores más importantes que están  contribuyendo al desarrollo de la resistencia, así como a la creación de bacterias multirresistentes, también llamadas superbacterias. El uso de antibióticos cuando no son necesarios, las dosis incorrectas, la interrupción del tratamiento y el uso de fármacos de mala calidad, son algunas de las posibles causas del fracaso antibiótico.


La aparición de superbacterias se está convirtiendo en una amenaza que está poniendo en riesgo nuestra capacidad de tratar las enfermedades infecciosas y está aumentando los costes en nuestro sistema de salud, ya que, cuando las infecciones se vuelven resistentes a  los medicamentos de primera línea hay que utilizar terapias más caras. Además este problema está poniendo en peligro los avances alcanzados en salud global en las pasadas décadas.
La resistencia a antibióticos se está convirtiendo en un drama de salud pública en el mundo. En Europa, más de 8.000 personas mueren cada año por la ineficacia de los antibióticos actuales. Para contrarrestar esta situación, nos encontramos a día de hoy, en una situación precaria,  en cuanto al desarrollo de nuevos antibióticos. Entre 1983 y 1987 se autorizaron en EEUU dieciséis antibióticos nuevos, mientras que entre 2003 y 2007 solo se aprobaron cinco y en los últimos años son pocos los nuevos antibióticos que se desarrollan.
La razón es que la mayoría de la industria farmacéutica ha abandonado la investigación de medicamentos que se usan temporalmente y se ha centrado en los que  sirven para tratar problemas crónicos, que afectan a mucha gente, como la hipertensión o la diabetes con los que se pueden obtener mayores beneficios económicos. Otro obstáculo significativo para el desarrollo de nuevos antibióticos reside en los procesos de ensayo clínico, ya que, para demostrar la eficacia de nuevos antibióticos es necesario probarlos frente a infecciones bacterianas resistentes a medicamentos de prescripción habitual y, hallar pacientes con estas infecciones específicas puede ser muy difícil y los métodos diagnósticos actuales no permiten identificarlos rápidamente.
Además, algo que desconoce la población general es que las personas que no toman antibióticos también pueden tener bacterias multirresistentes, debido a que las bacterias se transmiten por contacto directo entre personas e, incluso, entre personas y animales. Por ello, es importante que en las soluciones que se adopten participen también ganaderos y veterinarios.
La colaboración pública es muy importante y es necesario que la ciudadanía esté dispuesta a pagar lo que supone protegerse contra las infecciones, además los médicos de Atención Primaria deben ser los principales partícipes en este proyecto, puesto que, en sus consultas es donde se prescriben alrededor del 90% de los antibióticos consumidos en España.


Así, la carrera por el desarrollo de nuevos antibióticos parece estar llegando a un punto muerto, si bien no todo está perdido; y es que merece especial mención el reciente descubrimiento de un nuevo antibiótico conocido como teixobactin. Los primeros estudios que se han realizado han obtenido resultados prometedores, mostrando eficacia en infecciones graves por E. faecalis, M. tuberculosis, S. aureus, C. difficile y S. pneumoniae sin efectos secundarios, si se confirman y no se producen efectos secundarios graves cuando se realicen ensayos clínicos en humanos, podría comercializarse, según las previsiones más optimistas, alrededor del año 2020.


En este vídeo se pueden observar a las bacterias (blanco) crecer hasta el límite en el que ya no pueden sobrevivir. Las bacterias mutantes, capaces de sobrevivir a mayores concentración de antibiótico, aparecen e invaden la nueva banda. Las etapas posteriores requieren de más mutaciones. Después de unos 11 días, la resistencia de las bacterias a más de 1000 veces la concentración inicial de antibiótico es observable.