El ayuno de Ramadán, pese a ser una
práctica habitual en miles de millones de personas de todo el mundo y llevar
practicándose mucho tiempo, tanto en países de mayoría musulmana, como en los
que los musulmanes constituyen una minoría, numerosos estudios nos informan acerca de una falta de
comunicación considerable, existente entre el paciente y el médico o
farmacéutico en relación al uso de medicamentos durante el Ramadán. En este
sentido, es importante, que los médicos y otros profesionales de la salud,
inicien una comunicación con los pacientes musulmanes, teniendo en cuenta sus pretensiones, y esta debe ser lo
suficientemente temprana como para identificar la mejor manera de ayudarlos
durante su ayuno. 17
En la población musulmana, no son pocos
los deportistas de élite y amateurs, que año tras año se preguntan sobre el
impacto del Ramadán sobre el rendimiento físico, particularmente en ejercicios
de alta intensidad. Existen varios estudios al respecto y la mayoría coinciden
en la presencia de un pequeño a moderado impacto negativo en el rendimiento,
particularmente durante el período de ayuno. En el caso, de querer realizar
este tipo de actividad, el periodo de tiempo óptimo para llevar a cabo una sesión de
ejercicios de alta intensidad en Ramadán es por la noche, después de la ruptura
del ayuno.18
Existe un sector de la población que es
más propenso a sufrir alteraciones durante el mes de Ramadán. Me refiero al
formado por las personas de la tercera edad, ya que, en esta etapa del ciclo vital, se presenta un
declive de todas aquellas estructuras que se habían desarrollado en las etapas
anteriores, con lo que se dan cambios a nivel físico, cognitivo, emocional y
social. Además, el ayuno de Ramadán
afecta al equilibrio postural y a las capacidades atencionales de este sector,
principalmente durante la segunda semana de ayuno y puede, por lo tanto,
aumentar el riesgo de caída y el número de lesiones asociadas.19 Para recuperarse de estos trastornos posturales del equilibrio, son necesarias más de tres semanas 19, por lo
que las personas ancianas deberán en la medida de lo posible evitar el ayuno,
más aquellas que no sean independientes, no dispongan de una atención integral
o presenten enfermedades concomitantes.
Para
despedir estos 3 posts acerca del Ramadán desde un punto de vista médico, me
gustaría destacar que el mes de Ramadán puede significar una oportunidad para concentrarse en
llevar una dieta balanceada y un estilo de vida saludable. Toda persona que
sufra alguna enfermedad sea aguda o crónica y tenga la intención de ayunar debe
servirse de la opinión de un médico u otro especialista de la salud, y tal y
como dicta la religión islámica anteponer
su propia salud a la práctica de este pilar de la fe.
Bibliografía
17. Amin ME, C. B. (2016). Pharmacist-patient communication about
medication regimen adjustment during Ramadan. Madison,
Wisconsin, USA: International Journal of Pharmacy Practice.
18. Aziz AR, C. M. (2012). Conducting an acute intense interval
exercise session during the Ramadan fasting month: what is the optimal time of
the day? (Vol. 29).
19. Laatar R, B. R.
(2016). Effects of Ramadan
Gasting on Postural Balance and Attentional Capacities in Elderly People. The Journal of Nutrition Health and
Aging.
Grande Suli, muy buen post sobre el ayuno...tenían interés en esto XD.
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