El ayuno
por razones espirituales y religiosas, ha formado parte de las tradiciones
humanas desde la prehistoria. Son numerosos los textos sagrados en los que se menciona el ayuno, ejemplo de ello son el Upanishad, el Mahabhárata, la Biblia (tanto en el Antiguo Testamento como en el
Nuevo Testamento), el Talmud, el Libro de Mormón o el sagrado Corán.
Actualmente podemos observar en la población general una recuperación del interés por el ayuno como práctica médica destinada a la
prevención de enfermedades, también se está utilizando como terapia, o simplemente como elección de un estilo de vida saludable. El ayuno se puede llevar a cabo de
diferentes formas: completo (abstinencia total de comida y agua), únicamente
líquido (sólo se consume agua/líquido), parcial (bajas calorías;
aproximadamente 300 kcal /día), continuo o intermitente. Para los musulmanes,
el ayuno durante el mes de Ramadán (noveno mes del calendario lunar islámico),
constituye uno de los cinco pilares del Islam y tiene una duración de 29 a 30
días. 1Esta práctica espiritual,
incluye abstenerse de alimentos, bebidas, actividades sexuales, y cualquier
forma de ingestión en el cuerpo desde el amanecer hasta el anochecer.2
Una tradición
común entre las personas que ayunan durante el Ramadán, es tomar una comida
denominada "Suhur", antes de comenzar las horas de ayuno, el cual
termina con una comida con la puesta del sol denominada "Iftar" 3,
4. También es común para muchas culturas de todo el mundo,
disfrutar de otra comida durante la noche, entre el Iftar y Suhur. El ayuno es
obligatorio para todos los musulmanes adultos, hombres y mujeres, excepto para
las personas con condiciones médicas que les prohíban el ayuno, y otras excepciones que no pararemos a mencionar en este artículo.5 El objetivo de esta serie de artículos es poner de manifiesto que
condiciones médicas son candidatas a estar exentas del ayuno, por estar
totalmente contraindicadas al exponer la salud a un perjuicio, frente aquellas que son permisibles o en las que
existen dudas y la decisión recae sobre el médico, y en última instancia sobre
el propio paciente y su salud.
El ayuno
islámico es un tipo de ayuno intermitente (Intermittent
Fasting) .Se diferencia de otros modelos de ayuno intermitente, en que los
ayunantes no beben durante el período de ayuno de Ramadán. El efecto del ayuno del Ramadán puede diferir
entre países, ya que el clima, la cultura y el estatus socio-demográfico
podrían influir en la variedad de efectos del ayuno.
Antes
de la llegada del mes de Ramadán, paralelamente a la intención espiritual de
ayunar, sería bueno poner en práctica una serie de ajustes
en nuestra dieta para facilitar el ayuno, como comer menos y más
ligero durante los días previos o aquellos que fumen y/o consuman bebidas
con cafeína, deberían abstenerse de ellas o ir reduciendo la
dosis. De esta manera, se podría evitar o reducir el riesgo de aparición de cefaleas intensas debido a la
abstinencia.6
Durante
el ayuno la glucosa se utiliza para proporcionar la energía necesaria. Una vez utilizada la glucosa disponible (glucosa sanguínea y reservas
de glucógeno), la siguiente fuente de energía utilizada por el organismo
es la grasa corporal, traduciéndose en una pérdida de peso. El principal
problema de esa pérdida de peso, es la rápida recuperación de la misma, que se produce durante el mes siguiente7, por
tanto es necesario mantener una buena alimentación, junto con una correcta actividad física para prevenir este efecto rebote en el aumento de peso. La
adecuada reposición de nutrientes hidrocarbonados, durante las horas de ingesta
es fundamental ya que previene la rotura de músculo para obtener proteína. El
estado catabólico, relacionado con la pérdida de proteínas, no se activa
durante el ayuno del Ramadán como concluyen varios estudios científicos.7
En
resumen, podríamos decir que el uso de la grasa como fuente de energía en
Ramadán, favorece la pérdida de peso, preserva la masa muscular y hasta
puede disminuir los niveles de colesterol. También se eliminan las
toxinas que pudieran estar acumuladas en la grasa, ya que esta es
utilizada y eliminada por el cuerpo.
Otro de
los beneficios observados durante el ayuno, están relacionados con la
activación neuroendocrina y la respuesta ligera al estrés celular,
observándose un incremento en la producción de factores neurotróficos que contribuyen a la
mejora del ánimo, al producirse un aumento de la disponibilidad cerebral de la
serotonina, los opioides endógenos, y los endocannabinoides. 8 Por tanto, el ayuno podría resultar útil como un enfoque
terapéutico adyuvante en pacientes con dolor crónico. La mejora del humor y el
efecto analgésico del ayuno terapéutico, deben ser evaluados en ensayos clínicos
aleatorizados. 8
También
existe evidencia científica en relación al ayuno de los asmáticos, en los que
se ha encontrado que el período de ayuno de Ramadán no supone un impacto
negativo, e incluso podría aportar algún beneficio en la gravedad del asma, ya
que se ha observado, la reducción de la concentración de Proteína C Reactiva
(liberada en situaciones de inflamación) y las sibilancias de estos pacientes. 9
Bibliografía
1. The Qur'an. Ch. 2, Ver. 183. Translated by
Abdullah Yusuf Ali. New York: Tahrike Tarsile Qur'an Inc.; 2003.
2. Sakr AH. Fasting in Islam. J Am Diet Assoc 1975;67:17-21.
3. Al-Bukhari S. Book 30, Hadith 27. Translated by Khan MM. Riyad:
Darussalam; 1996
4. Al-Bukhari S. Book 30, Hadith 32. Translates by Khan MM. Riyad:
Darussalam; 1996
5. The Qur'an. Ch. 2, Ver. 185. Translated by Ali AY. New York: Tahrike
Tarsile Qur'an Inc.; 2003.
6. American Psichiatric Association: DSM-IV. Manual Diagnóstico y
Estadístico de los Trastornos Mentales. Masson. Barcelona, 1995.
7. Ari
Fahrial Syam, C. S. (2016). Ramadan Fasting Decreases Body Fat but Not
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Metab.
8. A,
M. (2010). Prolonged Fasting as a Method of Mood Enhancement in Chronic
Pain Syndromes: A Review of Clinical Evidence and Mechanisms (Vol. 14).
Berlín, Germany: Current Pain and Headache Reports.
9.
V.R. Askaria, A. A. (2016). The impact of “Ramadan fasting period” on
total and differential white blood cells, haematological indices, inflammatory
biomarker, respiratory symptoms and pulmonary function tests of healthy and
asthmatic patients (Vols. Vol. 44. Núm. 4. July - August 2016). Spain:
Allergologia et Immunopathologia.
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