sábado, 26 de noviembre de 2016

¿FUNCIONAN REALMENTE LAS INFILTRACIONES DE PLASMA RICO EN PLAQUETAS (PRP) ?

Las infiltraciones de plasma rico en plaquetas (PRP) constituyen una nueva herramienta terapéutica que ha revolucionado el mundo de la medicina deportiva y la traumatología, debido a los éxitos terapéuticos obtenidos en deportistas de élite como Kobe BryantRafael Nadal, Tiger Woods, Xavi Hernández, o el ciclista Joseba Beloki entre muchos otros.

Actualmente este tratamiento se extiende a través de numerosos campos debido a su papel en la curación y como una alternativa natural a la cirugía. El uso del PRP en el tratamiento de la patología músculo-esquelética conforma una de las estrategias más explotadas en la práctica clínica actual con el objetivo de proporcionar un estímulo regenerativo en la curación del tendón.

Patologías en las que se indica el PRP

Sujeto a continuo debate, el PRP se perfila en el espectro de las terapias musculo-esqueléticas con numerosas cualidades (a las que haremos referencia a lo largo de este artículo) que lo hacen potencialmente idóneo, pero el ser una terapia novedosa, cuya eficacia no ha sido contrastada mediante ensayos clínicos de calidad y en la que los estudios que avalan su efectividad tienen un nivel de evidencia bajo, penalizado no en pocas ocasiones por múltiples sesgos, hacen que numerosos pacientes y profesionales de la salud desconfíen de esta terapia. A estos inconvenientes habría que sumarle que se trata de una terapia costosa y que a pesar de que The International Cellular Medical Society (ICMS) ha creado pautas para ayudar al  avance seguro del PRP aún existen incógnitas y brechas en la literatura, relacionadas con la forma de obtención del plasma, la cantidad a infundir y los regímenes de administración que si bien dependen de la dolencia a tratar cuentan con mucha variación, además de todo lo relacionado con los pacientes con terapia antitrombótica que quieren someterse a este tratamiento.


El plasma rico en plaquetas se podría definir como un volumen de plasma autólogo ( del propio paciente) que contiene una concentración de plaquetas superior al nivel basal ,es decir, una fracción del plasma centrifugado con concentraciones de plaquetas hasta 5 veces superiores a las normales. En realidad, se trata de una alícuota plasmática procedente de 20-30ml de sangre periférica del propio paciente que se centrifuga a 3.200 revoluciones por minuto durante 15min. El resultado son aproximadamente 2-3ml de plasma enriquecido en plaquetas con concentraciones variables. Opcionalmente, dicha alícuota puede ser activada con trombina o cloruro cálcico según su utilidad terapéutica futura. Cuando el PRP se destina a tratar lesiones de partes blandas, la mayoría de los autores no consideran necesaria la activación previa, debido a que esta se produce in situ al contacto con el colágeno tendinoso o con el propio coágulo de la rotura fibrilar.


El papel regenerativo atribuible al PRP está relacionado con la liberación de los factores de crecimiento liberados por los gránulos α presentes en las plaquetas, como el (TGF β), el VEGF, el EGF, el IGF o el FGFb, que intervienen en la llamada de células madre indiferenciadas, así como en su proliferación, además de intervenir en la formación de nuevos vasos y otros componentes tisulares. Lo que actualmente se desconoce es cual exactamente de los poderes del PRP es el que predomina en la regeneración músculo- esquelética.


Algunas de las ventajas que se han observado en este tratamiento y por lo que existen muchas esperanzas depositadas en él, son la gran tolerancia adscrita, al tratarse de una infiltración de un contenido de naturaleza propia al paciente (autólogo) y además, efectos secundarios como son los casos de infección postpunción, así como de roturas tendinosas por debilidad que producen las infiltraciones corticoideas son inexistentes. Las infiltraciones de PRP persiguen la reparación del tendón o estructura afectada, además de la reducción de la inflamación que solamente aporta los corticoides y que resumen su beneficio en la temporalidad.

Mi opinión personal es que vistos los estudios científicos existentes hasta el momento, parece ser que es una técnica que aunque requiere de una evidencia científica mayor y de más estudios que concreten muchas de las brechas que existen en la literatura hasta el momento, el uso en el ámbito de la sanidad privada sí parece haber obtenido muy buenos resultado en un número significativo de pacientes que a pesar de ser conscientes del elevado coste, han recurrido a este tratamiento tras la ineficacia de otros como la rehabilitación o la infiltración de otras sustancias, u otros  pacientes  que han probado la terapia con PRP antes de someterse a intervenciones del calibre quirúrgico, obteniendo en algunos casos buenos resultados.




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