lunes, 29 de agosto de 2016

LOS DESFIBRILADORES LA LLAVE QUE MERECE ESPAÑA.

El 16 de octubre de 2016 se celebra el Día Europeo de Concienciación ante el Paro Cardíaco. Una herramienta fundamental para hacer frente al paro cardíaco en nuestro medio son los DESA y los DEA. Para todas las personas que desconozcan a que nos referimos cuando utilizamos el término desfibrilador externo semiautomático (DESA) o automático (DEA), que no cunda el pánico, pero es importante que vayan habituándose al término “desfibrilador” y al conocimiento de su funcionamiento, porque constituyen una tecnología que poco a poco se están integrando en nuestro medio y que es imprescindible para el desarrollo sanitario de nuestro país. Estos dispositivos que has podido ver en aeropuertos o en grandes complejos comerciales entre otros lugares, están diseñados para aquellos casos de parada cardíaca que sucedieran fuera de los centros hospitalarios, ya que su sencillez de uso, hace que el personal no médico pueda manejar con seguridad y eficacia las instrucciones de uso que el desfibrilador indica en cada paso.




La muerte súbita cardiaca como consecuencia de una fibrilación ventricular, es una de las principales causas de fallecimiento en los países desarrollados, hasta el punto de que aproximadamente un 90% de los pacientes que precisan reanimación cardiopulmonar, se encuentran en fibrilación ventricular. Hasta hace poco, muchas de estas muertes eran inevitables, ya que la mayoría tenían lugar fuera del ámbito hospitalario, donde las víctimas no podían ser atendidas por personal sanitario equipado con el instrumental necesario. Afortunadamente, actualmente junto a las maniobras de reanimación cardiopulmonar, disponemos del desfibrilador, que constituye la llave para la supervivencia frente a la fibrilación ventricular, al ser capaz de revertirla. Su uso durante el primer minuto de la parada eleva la tasa de supervivencia hasta en un 90%, mientras que si se aplica en menos de 3 minutos, la supervivencia ronda el 73%, y si se hace en menos de 5 minutos, las posibilidades llegan hasta el 50%Este dispositivo, que es fiable y seguro, nos va a orientar y ayudar en las situaciones de emergencia vital. Cuando lo colocamos en la víctima realiza la valoración de la actividad del corazón y nos indicará claramente que acciones debemos realizar. Son ordenes sencillas, directas y orientadoras, ayudando a los primeros intervinientes a realizar la reanimación con éxito por lo que cualquier persona los puede utilizar con un mínimo de entrenamiento.El problema reside en que España, está situada en la cola de Europa en cuanto al número de desfibriladores instalados se refiere y esto no contribuye, a recuperar nuestra imagen de uno de los países con mejor sanidad Europea, del que presumíamos hace unos años. Para que nos hagamos una idea de la cifras, en España tan solo existen 10.000 unidades instaladas, frente las 100.000 de Francia  o las 50.000 de Reino Unido.

El Real Decreto 365/2009, de 20 marzo, publicado en el BOE, establece las condiciones y requisitos mínimos de seguridad y calidad en la utilización de desfibriladores automáticos y semiautomáticos externos fuera del ámbito sanitario. Además, nos advierte que son las autoridades sanitarias de cada comunidad autónoma las que establecerán las normas, recomendaciones y legislación que considere oportunas para la regulación de los espacios cardioprotegidos, de manera independiente. Este Real decreto debería ser actualizado y presentar unas recomendaciones más específicas y que engloben todo el territorio nacional, vistas las divergencias actuales observadas en la legislación de cada comunidad autónoma, por ejemplo en algunas comunidades autónomas, los DESA, no pueden ser utilizados por personas no formadas, y si bien es cierto que aunque los desfibriladores semiautomáticos implantados en lugares públicos disponen de instrucciones de uso, una vez seguidas las pautas del desfibrilador es necesario realizar otras acciones sobre el paciente como colocar correctamente la cabeza o realizar respiración artificial, no es menos cierto que estos aparatos sólo emiten una descarga en caso de que ésta sea beneficiosa para el paciente que está siendo auxiliado. No es posible que dicha descarga se administre a menos que el análisis realizado por el aparato haya detectado la fibrilación y significando esta parte de la estrategia la más importante, por encima del resto de maniobras . Por lo que una persona no formada que intente auxiliar a una persona que está sufriendo una parada cardíaca, en mi opinión no debería ser sancionada por ello.Estos problemas entre otros, nos están retrasando en la laboriosa tarea de incrementar el número de estos aparatos en España. Resulta paradójico que, pese a que se producen muchas más muertes por paraca cardíaca que por incendios, tenemos una legislación que exige la colocación de extintores en los locales desde hace mucho tiempo mientras que no la hay para instalar desfibriladores externos automatizados.

Otro punto débil de la legislación es que trata a todos los establecimientos públicos por igual, teniendo en cuenta exclusivamente la concentración de personas, desestimando así otros parámetros que pueden aumentar las probabilidades de que se desencadene este tipo de accidentes, como la edad o la concentración de personas que padecen una cardiopatía. Así, un centro deportivo para la tercera edad o para rehabilitación de cardiópatas recibe el mismo tratamiento que uno abierto al público en general. Igualmente, no se contempla la obligatoriedad de instalar desfibriladores en centros de enseñanza, pese al fuerte impacto emocional que produce en la sociedad el fallecimiento de un adolescente. Es cierto que las probabilidades de que ocurran este tipo de accidentes en los colegios es muy baja, pero también lo es en otros sitios en donde ya existen espacios cardioprotegidos. Para finalizar, debo decir que a pesar de todo lo expuesto anteriormente, los ciudadanos nos estamos concienciando cada vez más acerca de la importancia del uso de los desfibriladores, sobre todo tras los casos de parada cardíaca en deportistas, que despiertan un interés mediático importante y a través de ello, estamos ejerciendo presión en las comunidades autónomas mediante numerosas campañas, por lo que, últimamente no son pocas las noticias que podemos leer en beneficio de la inclusión de desfibriladores en lugares públicos, hoteles, o incluso vehículos de la policía local y protección civil. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario