Antes de nada me gustaría aclarar una serie de conceptos
en relación a la nomenclatura a la que me voy a referir a lo largo del
artículo, ya que he podido apreciar que existe una amplia variedad de términos
para referirse al mismo concepto y esto genera bastante confusión en la
población ajena al mundo de la nutrición.
Los términos suplemento alimenticio, suplemento dietético
y complemento alimenticio hacen referencia a lo mismo, es decir se tratan de
sinónimos. Cuando utilizamos estas palabras estamos haciendo referencia a
aquellas sustancias que se ingieren por la boca y que contienen un
"ingrediente alimenticio" destinado a complementar nuestra alimentación.
Los más utilizados son los carbohidratos, proteínas,
aminoácidos, enzimas, vitaminas o minerales, que vienen en distintas
presentaciones.
Por lo tanto, cuando se utiliza la
palabra "multivitamínicos"
como si fuera lo mismo que suplemento
nutricional, en realidad solo estamos englobando a un subgrupo dentro del
complejo y amplio mundo de los suplementos, el de las vitaminas.
Dentro de los suplementos alimenticios,
se encuentran los suplementos deportivos que son aquellos utilizados por los
deportistas para supuestamente mejorar el rendimiento atlético y digo "supuestamente" porque una amplia mayoría de ellos no sirven para nada, a pesar de tener
un coste elevado.
Voy a intentar empezar por la primera duda que le podría surgir a una persona ( deportista o no)
que entra en una farmacia, parafarmacia o tienda de nutrición deportiva y se
encuentra estanterías y estanterías de productos que afirman poseer cualidades
majestuosas que benefician la salud. Su duda sería la siguiente ¿Una persona
sana y correctamente alimentada necesita de estos productos en condiciones
normales?
La respuesta es clara y contundente, NO, los suplementos
nutricionales no deben en ningún momento sustituir a una dieta equilibrada y completa.
Entonces, ¿en que se basan los defensores de estos
productos para hacer valer su opinión? Si bien es cierto que estos suplementos están
compuesto por micronutrientes y macronutrientes necesarios para el correcto
funcionamiento del organismo, estos macro- micro nutrientes son obtenidos de
una manera suficiente a través de una dieta sana y no existe constancia de una
ingesta insuficiente de la mayoría de estas sustancias en el primer mundo.
Llegado a este punto a alguno le
surgiría la siguiente duda ¿entonces porqué existen los suplementos
alimenticios? He dicho que estos suplementos no tienen cabida en aquellas
personas sanas y que realizan una dieta que cubra todos estos nutrientes , pero
esto no significa que determinados suplementos sean necesarios en personas con
determinadas enfermedades ajenas a su alimentación, como la anemia por pérdida
de hierro, en la que sería necesario suplementar o las anemias por déficit de
vitamina B12 o ácido fólico. Otro ejemplo sería la suplementación de vitamina D
en personas con déficit de esta vitamina y recién nacidos, o el de ácido fólico
en embarazadas para prevenir defectos del tubo neural.
Además de tener en cuenta la suplementación
en personas con enfermedades que nada tienen que ver con su alimentación, es
preciso hacer constar que existen determinadas prácticas alimenticias como las
llevadas a cabo por vegetarianos y veganos, en la que sería necesaria la
suplementación de vitamina B12, así como otros problemas crecientes en los
países occidentales relacionados con las mala alimentación y el exceso de
productos ultraprocesados y superfluos que impediría obtener las cantidades
necesarias de determinados nutrientes como el magnesio.
Por otro lado tenemos la suplementación
en el ámbito deportivo, la primera pregunta que intentaré aclarar en este
aspecto es la siguiente ¿Es necesario que todos los deportistas utilicen estos
productos ? En mi opinión, una persona que entrena entre una hora y una hora y
media al día no tendría que recurrir a ellos, pudiendo ser utilizados en
personas que realizan entrenamientos de mayor duración o que compiten a un
nivel profesional o de alta exigencia.
¿Qué ocurre con estos suplementos que tienen
tan mala fama, sobre todo fuera del ámbito deportivo? Lo primero es que con estos productos se
intenta aplicar la misma ley que con el resto de suplementos, la llamada ley de
¨cuanto más mejor¨. Es decir si una sustancia intervienen en una reacción metabólica
que ejerce un efecto que podría interesarnos, se intenta hacer pensar a la
población que si tomamos más de esas sustancia, esa reacción se produciría con
mayor frecuencia y nosotros a cambio obtendremos mayores efectos beneficiosos.
Un ejemplo de ello es la L- carnitina que es necesaria en el proceso de
oxidación de los ácidos grasos, lo que no significa que ingerir una mayor
cantidad de esta sustancia nos haría aumentar la frecuencia de este proceso y
obtener una mayor oxidación de las grasas (pérdida de peso).
Determinados suplementos pueden
ayudarnos, como la proteína exógena, que podría ayudar a obtener los niveles
requeridos en deportistas, siempre y cuando no lleguemos a ellos o nos cueste
mucho a través de una correcta alimentación. El problema que surge es que
incluso en estas circunstancias, nos encontramos quizás debido a la legislación
laxa que existe entorno a estos productos, que nos engañan a la hora de obtener
estos productos, en el sentido de que algunos presentan menos proteínas de las
que señalan en el etiquetado o lo que es peor, que algunos de estos productos
contienen sustancias peligrosas o ilegales que no son declaradas por el
fabricante, como así han revelado varios estudios científicos.
Por último me gustaría destacar que incluso
los suplementos que han demostrado efectos beneficiosos como la cafeína,
proteína e.t.c podría ejercer efectos perjudiciales para nuestra salud si los
tomamos en exceso y sin seguir las recomendaciones de un profesional de la
salud.
Muy buena información
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