viernes, 8 de marzo de 2019

SUPLEMENTOS NUTRICIONALES


Antes de nada me gustaría aclarar una serie de conceptos en relación a la nomenclatura a la que me voy a referir a lo largo del artículo, ya que he podido apreciar que existe una amplia variedad de términos para referirse al mismo concepto y esto genera bastante confusión en la población ajena al mundo de la nutrición.

Los términos suplemento alimenticio, suplemento dietético y complemento alimenticio hacen referencia a lo mismo, es decir se tratan de sinónimos. Cuando utilizamos estas palabras estamos haciendo referencia a aquellas sustancias que se ingieren por la boca y que contienen un "ingrediente alimenticio" destinado a complementar nuestra alimentación. Los más utilizados son los carbohidratos, proteínas, aminoácidos, enzimas, vitaminas o minerales, que vienen en distintas presentaciones.
Por lo tanto, cuando se utiliza la palabra "multivitamínicos" como si fuera lo mismo que suplemento nutricional, en realidad solo estamos englobando a un subgrupo dentro del complejo y amplio mundo de los suplementos, el de las vitaminas.

Dentro de los suplementos alimenticios, se encuentran los suplementos deportivos que son aquellos utilizados por los deportistas para supuestamente mejorar el rendimiento atlético y digo "supuestamente" porque una amplia mayoría de ellos no sirven para nada, a pesar de tener un coste elevado.


Voy a intentar empezar por la primera duda que le podría surgir a una persona ( deportista  o no) que entra en una farmacia, parafarmacia o tienda de nutrición deportiva y se encuentra estanterías y estanterías de productos que afirman poseer cualidades majestuosas que benefician la salud. Su duda sería la siguiente ¿Una persona sana y correctamente alimentada necesita de estos productos en condiciones normales?
La respuesta es clara y contundente, NO, los suplementos nutricionales no deben en ningún momento sustituir a una dieta equilibrada y completa.

Entonces, ¿en que se basan los defensores de estos productos para hacer valer su opinión?  Si bien es cierto que estos suplementos están compuesto por micronutrientes y macronutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo, estos macro- micro nutrientes son obtenidos de una manera suficiente a través de una dieta sana y no existe constancia de una ingesta insuficiente de la mayoría de estas sustancias en el primer mundo.

Llegado a este punto a alguno le surgiría la siguiente duda ¿entonces porqué existen los suplementos alimenticios? He dicho que estos suplementos no tienen cabida en aquellas personas sanas y que realizan una dieta que cubra todos estos nutrientes , pero esto no significa que determinados suplementos sean necesarios en personas con determinadas enfermedades ajenas a su alimentación, como la anemia por pérdida de hierro, en la que sería necesario suplementar o las anemias por déficit de vitamina B12 o ácido fólico. Otro ejemplo sería la suplementación de vitamina D en personas con déficit de esta vitamina y recién nacidos, o el de ácido fólico en embarazadas para prevenir defectos del tubo neural.

Además de tener en cuenta la suplementación en personas con enfermedades que nada tienen que ver con su alimentación, es preciso hacer constar que existen determinadas prácticas alimenticias como las llevadas a cabo por vegetarianos y veganos, en la que sería necesaria la suplementación de vitamina B12, así como otros problemas crecientes en los países occidentales relacionados con las mala alimentación y el exceso de productos ultraprocesados y superfluos que impediría obtener las cantidades necesarias de determinados nutrientes como el magnesio.

Por otro lado tenemos la suplementación en el ámbito deportivo, la primera pregunta que intentaré aclarar en este aspecto es la siguiente ¿Es necesario que todos los deportistas utilicen estos productos ? En mi opinión, una persona que entrena entre una hora y una hora y media al día no tendría que recurrir a ellos, pudiendo ser utilizados en personas que realizan entrenamientos de mayor duración o que compiten a un nivel profesional o de alta exigencia.

¿Qué ocurre con estos suplementos que tienen tan mala fama, sobre todo fuera del ámbito deportivo?  Lo primero es que con estos productos se intenta aplicar la misma ley que con el resto de suplementos, la llamada ley de ¨cuanto más mejor¨. Es decir si una sustancia intervienen en una reacción metabólica que ejerce un efecto que podría interesarnos, se intenta hacer pensar a la población que si tomamos más de esas sustancia, esa reacción se produciría con mayor frecuencia y nosotros a cambio obtendremos mayores efectos beneficiosos. Un ejemplo de ello es la L- carnitina que es necesaria en el proceso de oxidación de los ácidos grasos, lo que no significa que ingerir una mayor cantidad de esta sustancia nos haría aumentar la frecuencia de este proceso y obtener una mayor oxidación de las grasas (pérdida de peso).

Determinados suplementos pueden ayudarnos, como la proteína exógena, que podría ayudar a obtener los niveles requeridos en deportistas, siempre y cuando no lleguemos a ellos o nos cueste mucho a través de una correcta alimentación. El problema que surge es que incluso en estas circunstancias, nos encontramos quizás debido a la legislación laxa que existe entorno a estos productos, que nos engañan a la hora de obtener estos productos, en el sentido de que algunos presentan menos proteínas de las que señalan en el etiquetado o lo que es peor, que algunos de estos productos contienen sustancias peligrosas o ilegales que no son declaradas por el fabricante, como así han revelado varios estudios científicos.

Por último me gustaría destacar que incluso los suplementos que han demostrado efectos beneficiosos como la cafeína, proteína e.t.c podría ejercer efectos perjudiciales para nuestra salud si los tomamos en exceso y sin seguir las recomendaciones de un profesional de la salud.


1 comentario: